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jueves, 15 de mayo de 2014

Raja Yoga, el yoga real


Concepto.
El término Raja Yoga significa yoga real. Se trata de una denominación tardía en la historia del yoga que se popularizó definitivamente en el siglo XVI d.C. Como categoría, el Raja Yoga se corresponde con el Yoga expuesto por Patâñjali o, mas bien, con el denominado “camino real” del óctuple sendero (ashtângayoga). Por tanto, el Raja Yoga es el Yogadarshana o Yoga Clásico, tal como se expone de forma concisa en los Yogasutras de Patanjali.
Hay otros significados para el compuesto Raja Yoga. Éste podría referirse al hecho de que el yoga de Patañjali fuese practicado por reyes, concretamente por el Rey Bhoja del siglo X d.C., autor de un conocido comentario sobre los Yogasutra.

Raja y Hatha.
El Raja Yoga se contrasta a menudo con el Hatha Yoga, en cuyo caso se considera al Raja Yoga como el conjunto de las prácticas espirituales mas elevadas, mientras que al Hatha Yoga se lo considera como un sistema de purificación, de disciplina preparatoria. Esta distinción se popularizó a partir del siglo XI d.C., en un intento de integrar el camino de ocho pasos (ashtângayoga), de mayor renuncia y meditación, con las novedosas enseñanzas corporales del Hatha Yoga tántrico.
La idea que subyace tras el apelativo Raja es que este tipo de yoga es superior al Hatha. Este último se dice que lo practican quienes no pueden dedicarse exclusivamente a la sagrada práctica de la renunciación y la meditación. En otras palabras, el Raja Yoga se considera como el yoga de los auténtico héroes del entrenamiento mental. Sin embargo, no se debe caer en el error de considerar esta
afirmación como exclusivamente cierta. El Hatha Yoga posee también intensas prácticas meditativas y, ciertamente, puede llegar a proporcionar experiencias tan profundas como el Raja. Desgraciadamente, tanto los practicantes occidentales como los de la India no siempre respetan los objetivos espirituales o las bases éticas de este camino y, a menudo, consideran el Hatha Yoga como una especie de gimnasia o cosmética corporal. El Hatha Yoga Pradipika, que busca construir un puente entre estos dos caminos, afirma: Sin rajayoga no hay prithivi; sin rajayoga no hay noche; sin rajayoga son inútiles todos los mudra (3.126). Este verso contiene un sutil juego de palabras sobre el vocablo raja. El comentario Jyotsnâ sobre este texto medieval considera las palabras tierra y noche de forma simbólica, de tal forma que la primera se refiere a la cualidad de la estabilidad (sthairya) de las posturas de yoga (âsana), mientras que la segunda se refiere a la ausencia del flujo vital en la práctica de la retención del aliento (kumbhaka).

Esoterismo.
En un nivel de significado mucho mas esotérico, se puede contemplar en la palabra raja una referencia oculta al si-mismo-trascendental, como el último legislador, o rey del complejo cuerpo-mente. Además, el si-mismo se describe a menudo como el “luminoso” o “resplandeciente” (râjate) —un adjetivo que tiene la misma raiz verbal queraja. También, el término raja podría referirse al “Señor” (îshvara) o Dios, que es considerado por Patañjali como un si-mismo especial entre los incontables si-mismostrascendentales.
El Yoga Shikhâ Upanishad, compuesto entre los siglos XIV y XV d.C., proporciona una interpretación completamente esotérica (tántrica). Explica el Raja Yoga como la unión entre rajas y retas, o los principios creativos femenino y masculino, respectivamente. En medio del perineo (yoni), en el gran sitio, reside escondido rajas, el principio de la Diosa, que se asemeja a las (rojas) japâ y bandhukâ (flores).
El Raja Yoga se llama así debido a la unión (yoga) entre rajas y semen (retas). Una vez logrados (los poderes paranormales) tales como la miniaturización, gracias al Raja Yoga, el yogui se vuelve resplandeciente (râjate) (1.136-8).
El rojo principio mencionado en esta cita, rajas, se identifica a veces con la sangre menstrual, otras veces con las secreciones hormonales femeninas y, en otras ocasiones, con el óvulo. Esta última interpretación es la de mayor sentido simbólico, pues la unión del semen y el óvulo conduce a un nuevo ser —en este caso, metafóricamente, a la condición de iluminación. En el aspecto metafísica, rajas y retas son los principios energéticos femenino y masculino, respectivamente. Su perfecta armonización (samarasa) se cree que provoca un salto hacia el enstasis no cualificado. Pero todas estas explicaciones son propias del simbolismo tántrico mas que de la escuela filosófica de Patañjali.

El raja yogui.
Sería justo decir que el raja yogui es el psicólogo del yoga, ya que se inclina hacia el desarrollo metodológico y científico de la capacidad psicoespiritual del ser humano, con el propósito de “despertar” al verdadero mundo de lo real. Por temperamento, el raja yogui es curioso, investigador y proclive a la experiencia intelectual, pero lleva a cabo su experiencia de lo real de un modo directo en lugar de hacerlo mediante una sistemática combinación de prácticas del tipo Bhakti, Karma y Jñâna.
La ventaja del Raja Yoga es que es un sistema muy preciso, accesible a cualquiera, sin tener en cuenta su estado espiritual. El Raja Yoga es una ciencia en la que cada fase que se alcanza procura un grado creciente de paz y sabiduría. Cualquier principiante puede engancharse a la escalera del Raja Yoga y emprender prácticas que le conducirán finalmente a la cúspide del samâdhi. Además, el Raja Yoga se ha explorado de forma tan precisa que su sistema se ha descrito con gran exactitud, haciéndo posible para el aspirante trabajar dentro de un entramado contextual en el que es posible entender los logros y los obstáculos.
La desventaja del Raja Yoga es que para subir realmente a su cúspide se debería vivir una existencia más bien aislada. El Raja Yoga requiere grandes periodo de tiempo para la meditación en una forma que se hace mejor en aislamiento. De la misma forma, exige largos sâdhana para los cuales el aspirante contemporáneo probablemente no tiene tiempo.

Práctica.
La práctica del Raja Yoga es el ashtângayoga de Patañjali, que culmina inexorablemente con las prácticas de meditación mas sofisticadas y científicas. La meta del Raja Yoga es el logro del samâdhi, un estado de conciencia divina accesible al practicante contemplativo en inmovilidad. El raja yogin busca sosegar todos los aspectos de su cuerpo y mente, y entra en un estado transcendente más allá de la naturaleza. Algunas escuelas definen el samâdhi más elevado como teniendo lugar cuando la respiración se ha detenido, obviamente es necesario que el cuerpo permanezca en una postura inmóvil.

Fuente: yogadarshana

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